La víctima, una nena de 8 años, debió ser trasladada de escuela. La denuncia cayó mal a los padres del niño maltratador. Golpiza, heridas y ataques de nervios.

Un caso de bullying entre dos niños terminó en una auténtica batalla campal entre las familias de los dos protagonistas de la historia, informa hoy el diario El Telégrafo de Paysandú.

El hecho terminó con el traslado de la niña maltratada a otra escuela, mientras que el niño acusado -que ya tenía antecedentes de violencia- permanece en el centro de estudios.

La madre de la víctima que el hecho empezó cuando la nena empezó a aparecer golpeada en su casa y preguntaba el significado de algunas palabras obscenas.

Así se enteró que un compañero de clases la tenía amenazada a ella y a otras compañeras. Si contaba en su casa la iba a “esperar a la salida”.

La familia concurrió a la escuela para elevar la queja. No encontraron al director, pero sí a la secretaria y a la maestra del curso. Tomaron nota del hecho, y les dijeron que si volvía a suceder tomarían cartas en el asunto. Después supo que otras madres ya habían estado allí para denunciar al mismo niño.

Dos días después volvieron para hablar cara a cara con el director. Casualmente estaba allí la madre del menor acusado, ya enterada de la denuncia.

El encuentro fue extremadamente violento. “La señora me dio un puñetazo que me rompió los lentes”, contó.

El marido las vio cómo ambas mujeres rodaban por el suelo e intentó separarlas. Pero detrás de él apareció el marido de la contendiente y le propinó un golpe en la cabeza con un inflador de bicicletas. El hombre herido recibió 5 puntos en la cabeza.

“Fue una situación horrible, no solo por la agresión recibida sino por ver tanta sangre que le brotaba de la cabeza a mi marido; incluso una maestra se descompuso”, dijo la denunciante.

A todo esto, el niño maltratador le pegaba a la mujer patadas en las piernas hasta que lo sacaron del lugar y lo condujeron a la dirección.

El hecho no parece aislado ni casual, dice la mujer. “El mismo niño que maltrataba a mi nena le dijo a la maestra que la madre en la casa lo maltrataba y lo golpeaba. En la escuela se refleja lo que pasa en la casa”, aseguró.

Al ver que su padre sangraba de esa manera, el otro hijo de la pareja -que también concurre a la escuela- tuvo un ataque de nervios y debió ser atendido en el lugar.

La situación no terminó ahí. En el lugar se hizo presente la Policía Comunitaria y agentes de la seccional 2º de Paysandú. En la denuncia adjuntó los certificados médicos. Pero más tarde, la mujer agresora fue a la misma comisaría y denunció a la otra familia.

El asunto pasó a la Inspección. Como medida cautelar ninguno de los cuatro padres podría acercarse a 100 metros de la escuela.

Por otra parte, dijo la madre de la niña agredida, la familia quedó sola en la denuncia. Ninguna de las otras familias, con niños golpeados, decidió seguir adelante con el trámite.

Para colmo de males, la inspectora cuestionó la denuncia de bullying. “Me preguntó irónicamente si yo sabía qué era eso”, comentó la madre. Sus hijos actualmente van a terapia.